Colombia tiene 11.944,79 megavatios de capacidad instalada de generación de energía hidráulica, de los cuales 11.043,00 megavatios provienen de 29 centrales hidroeléctricas distribuidas por todo el país, según los registros de XM, operador del Sistema Interconectado Nacional (SIN) y administrador del Mercado de Energía Mayorista (MEM).
Dos de ellas se encuentran ubicadas en el departamento del Huila: La represa de Betania, que cuenta con una capacidad instalada de 540 megavatios, el 8% de la demanda eléctrica del país; y la represa El Quimbo, con una capacidad instalada de 400 megavatios, el 5% de la demanda eléctrica del país.
A mediados de marzo del año 2009, el investigador y sociólogo Alfredo Molano recorría la región en la que se construiría el megaembalse que hoy se conoce con el nombre de El Quimbo, y cuya obra implicó inundar 8.586 hectáreas. Los campesinos más viejos le contaban que desde los años cuarenta se oía hablar del proyecto, que inicialmente confundieron con la represa de Betania, edificada en 1987; debido a todas las afectaciones, asumieron que no vendrían más obras de este tipo. Así lo narró Molano en la crónica La mala energía del El Quimbo, publicada en El Espectador.
Pero en 1991 la empresa colombiana Emgesa, que en la actualidad pertenece al grupo Enel de Italia, compró la hidroeléctrica de Betania, cuya acelerada sedimentación -causada por la acumulación de material sólido en el fondo del embalse- había reducido para la época la capacidad y ciclo de vida de generación de energía. Por esta razón, Emgesa previó la construcción de una segunda represa: El Quimbo, que tendría como función generar energía para exportar a Ecuador, Plan Puebla Panamá y el Caribe, Santo Domingo y Puerto Rico; además, garantizar la vida útil de la Central Hidroeléctrica de Betania.
El 20 de abril de 2021, la Asociación de Afectados por el Proyecto Hidroeléctrico El Quimbo (Asoquimbo), radicó ante el Sistema oficial de Naciones Unidas una comunicación en la que se menciona que por cuenta de la construcción de la Hidroeléctrica El Quimbo, más de 28.000 personas se declararon afectadas, perdieron sus empleos y miles de campesinos residentes de los municipios del área de influencia directa de la obra -Garzón, Gigante, Altamira, Tesalia, Agrado y Paicol- perdieron sus tierras y tuvieron que desplazarse a otros lugares tras fuertes enfrentamientos con el Estado.
Estella Herrera sembraba arroz, sorgo, maíz, cacao, pancoger y cítricos en sus treinta y dos hectáreas en la vereda La Escalereta, del municipio el Agrado. Pero a raíz de la construcción de El Quimbo las perdió; ahora solo puede hacer uso de cinco hectáreas para sembrar maíz en un territorio entregado por Emgesa.
Otoniel Gutiérrez cultivaba siete hectáreas de arroz y administraba veinte más del mismo grano, en la vereda La Escalereta. Hasta finales del año 2020 sólo podía sembrar tres hectáreas de maíz y dos hectáreas de arroz, bajo su propio riesgo porque le han advertido que en ese terreno no se puede sembrar el cereal.
Uno de los compromisos pactados en la Licencia Ambiental otorgada al Proyecto Hidroeléctrico El Quimbo, fue la reposición de 5.200 hectáreas al departamento del Huila, con el fin de restituir la actividad productiva de los municipios afectados por la represa.
En el año 2013 Emgesa debía entregar 2.500 hectáreas para reasentamientos; sin embargo, según un informe de Asoquimbo, hasta el 21 de octubre de 2019 solo se habían entregado 992 hectáreas en cuatro reasentamientos colectivos: La Escalereta, Montea, Santiago-Palacios y La Galda. Los tres últimos reasentamientos se encuentran en situación de ilegalidad, ya que fueron construidos sin contar con la certificación de uso del suelo favorable para asentamientos humanos en zona rural. Por lo tanto, al cierre de este fotorreportaje la multinacional debía al departamento del Huila 1.508 hectáreas destinadas a reasentamientos.
Además, la Agencia Nacional de Tierras se había comprometido a adquirir 2.700 hectáreas para los campesinos afectados, y Emgesa debía adecuarlas con distritos de riego por gravedad. Según Asoquimbo, hasta la fecha no se ha adjudicado ni adecuado una sola hectárea.
Tanto Emgesa como las autoridades locales han alegado durante todos estos años que no hay ni agua ni tierras para cumplir con la obligación de adjudicar las 2.700 hectáreas adecuadas con distrito de riego por gravedad, con el fin de restituir la vida productiva en el área afectada por el Proyecto Hidroeléctrico El Quimbo. Sin embargo, en diciembre del año 2020, la gobernación del Huila, a través del concepto técnico elaborado por la Secretaría de Agricultura y Minería, reafirmó la existencia de aproximadamente 50.842 hectáreas y la disponibilidad del recurso hídrico dentro de los 6 municipios afectados por la represa El Quimbo para el cumplimiento de dicha obligación.
Daniela Manrique Puentes
Daniela Manrique Puentes
Andrés Felipe Galeano Arevalo
Juliana Castellanos Díaz
Julián Mauricio Salamanca